Abandonan vestigios

20 de mayo de 2012
por Julieta Cerezo 
  • Un antiguo centro ceremonial que resguarda pinturas rupestres, ubicado en Tepexi de Rodríguez ; y un asentamiento de caliza y agua que hace 115 millones de años fue habitado por dinosaurios.
  • Un centro ceremonial popoloca y huellas rocosas de dinosaurio se encuentran en riesgo de colapso ante la falta de intervención y los recientes sismos
TEPEXI DE RODRÍGUEZ, Pue.- Al borde del colapso es el estado en el que se encuentran dos importantes vestigios históricos, uno ubicado en la junta auxiliar de San Martín Atexcal de este municipio y otro en la comunidad vecina de Zacapala. El primero es un asentamiento de caliza y agua que hace 115 millones de años fue habitado por dinosaurios, hecho que se evidencia en la presencia de huellas de los colosales reptiles y el otro es un antiquísimo centro ceremonial de origen posiblemente popoloca que resguarda pinturas rupestres. 

Sin embargo, el paso de los años, los movimientos telúricos de los últimos meses pero sobretodo el olvido, ocasionaron que ambas zonas estén por ser sepultadas y es que esos sitios que podrían ser atractivos turísticos en la Mixteca, a pesar de estar catalogados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), carecen de algún cuidado especial al grado que, en el caso del de Zacapala, cada día más y más piedras caen de la inmensa pared donde se presume que los antiguos habitantes del área celebraban e invocaban a sus deidades en el lugar conocido como "Manos de Bruja". 

De acuerdo con Félix Aranguti Contreras, titular del Museo Comunitario Tlayúa - que se ubica en Tepexi de Rodríguez - ambos sitios fueron registrados ante las instancias correspondientes al menos hace 15 años, incluso el hallazgo de esas áreas y otras más como Pie de Vaca y la cantera de Tlayúa, desembocaron en la creación de las legislaciones que actualmente protegen el patrimonio paleontológico de México pues previo a la década de los ochentas se carecía de ellas, no obstante, ese gran paso dado en 1985 que incluso fue presenciado por el entonces presidente, el difunto Miguel De la Madrid, quedó sepultado como las huellas de los dinosaurios de Atexcal. 

En un recorrido realizado por este diario en ambas zonas, se coteja no sólo el abandono sino el peligro que representa el transitar por cada una de ellas y aunque como atractivo ninguna ha sido explotada, lo cierto es que son decenas de investigadores especialmente de la UNAM, los que acuden a realizar sus prácticas profesionales o a desarrollar sus temas de tesis, por lo que se teme una tragedia.

Además, el Museo de Tlayúa fue objeto de robo y permanece cerrado, la PGR lo tiene bajo su custodia hasta que se terminen las investigaciones, lo que llevó a Félix Aranguti a instalar algunas de las piezas "sobrevivientes" a su negocio, una marisquería que se encuentra al cruzar la calle, esto para que la gente interesada en conocer la historia de Pie de Vaca, Tlayúa, Manos de Bruja y Axtecal pueda hacerlo. 

MANOS DE BRUJA, SE DESBARATA

Del centro de Tepexi de Rodríguez a la zona conocida como Manos de Bruja, que yace en paredes de piedra de cantera, son poco más de 15 minutos de viaje. Al pie de la carretera de entrada al municipio es donde una vereda improvisada con rocas pulidas conduce a la mitad de la montaña que colinda con el río Axamilpa, ahí pinturas rupestres colocadas en una extensión de entre 10 y 15 metros de largo muestran la devoción de antiguos pueblos a sus dioses. 

Lamentablemente, Manos de Bruja se desbarata, jornada tras jornada las piedras de la zona alta de la montaña se viene abajo, esto complica llegar a ellas pues lo que antes era una especie de pasillo en la misma montaña y donde se podían ver las pinturas ahora es un peligroso corredor repleto de piedras que pone en riesgo a quien por ahí pase. 

Ese centro ceremonial popoloca - mexica era para el uso de las doncellas, quienes ahí eran presentadas como mujeres en un ritual que se asemejaría a lo que actualmente son en México las fiestas de 15 años. Ellas dejaban sus manos impregnadas en las rocas las cuales son de tono naranja, la pintura que se ve es la que surgió de la mezcla de carrizo con barro o hematita con pinturas vegetales.

Aunque la información realmente es poca pues el INAH no ha instalado equipos de investigación en fechas recientes, se sabe que la ceremonia era oficiada por sacerdotes o chamanes, quienes impregnaban también sus palmas sobre la pared, sus huellas se distinguen por ser de tonalidad negra. 

Además, las pocas indagaciones al respecto arrojaron que la presencia de unos puntos entre rojizos y naranjas en las piedras eran la manera de llevar el conteo del número de ceremonias que ahí se realizaron, aunque esa teoría tampoco fue confirmada. El altar se encontraba a los pies de las pinturas pero el paso del tiempo y el cambio orográfico de la zona cubrió de maleza y árboles lo que se presumía era el área ceremonial. 

Félix Aranguti explicó que arqueólogos destacados, entre ellos Evelyn C. Rattray, llegaron a concluir que esas paredes datan de la edad del maíz de Tehuacán por lo que las pinturas tendrían al menos tres mil años de antigüedad. Las pinturas se ubican en la zona divisoria entre los municipios de Zacapala y Tepexi. 

El titular del Museo de Tlayúa advirtió que con la temporada de lluvias corriendo es probable que el cerro se termine de desgajar sepultando el hallazgo y que después sería muy difícil de rescatar por lo que pidió la intervención del INAH para salvaguardar las pinturas antes de que sea demasiado tarde. 

SAN MARTÍN ATEXCAL, EX PARQUE JURÁSICO 

En la comunidad de San Martín Atexcal, en la zona de San Juan Raya y que se encuentra a poco más de media hora de Tepexi de Rodríguez, rumbo a Tehuacán, una fosa donde el agua encuentra su cauce en días de lluvia, una gran placa rocosa exhibe al menos tres huellas visibles de dinosaurios, otras tres más pueden apreciarse con mucha dedicación pero en conjunto, dan idea de lo que hace 115 millones de años fue un valle que estaba colmado por los extintos reptiles. 

Ahí, especialistas en geología y paleontología han realizado diversos estudios, tanto para determinar qué tipo de dinosaurios habitaron el lugar como para indagar más en el proceso de transformación de esa área ya que en la prehistoria, el área que comprende a Tepexi estaba cubierta por mar, aunque tampoco en ese sitio se han logrado investigaciones más profundas. 

Fue en 1985 cuando la propia lluvia puso al descubierto las huellas que son de un tamaño considerable, no obstante, serán las precipitaciones las que las sepultarían de nuevo. Aunque no se sabe a qué tipo de dinosaurio corresponden las huellas, su presencia ha sido respaldada por investigadores.