Protegen incomunicación y tortura contra Edmundo Tiro Moranchel en el penal de Tepexi


Columna Cuitlatlán publicada en La Jornada de Oriente
por Fermín Alejandro García


Una verdadera “papa caliente” se ha convertido el caso de Edmundo Tiro Moranchel –el dueño de Invergroup, quien se encuentra privado de su libertad por estar acusado de fraude–, pues a medidados de diciembre pasado fue torturado, incomunicado y extorsionado en el penal de Tepexi de Rodríguez en una acción en la que habrían participado funcionarios de alto nivel; frente a este hecho ni la Dirección de Centros de Readapación Social ni la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla (CDH) han querido intervenir e investigar dichos ilícitos.

Tiro Moranchel dejó de ser toturado e incomunicado por la intervención del Juzgado 11 de Distrito, que le concedió un amparo para preservar su integridad. Y el miércoles de la semana pasada fue ratificada la demanda 3/20014/DGSP, en la cual se pide investigar qué servidores públicos intervieron en la tortura e incomunicación ilegal de este empresario del ramo financiero, quien no ha dejado de ser noticia desde que fue detenido en 2009.

A lo largo del presente sexenio había la percepción pública de que los hermanos Edmundo y Leonardo Tiro Moranchel –el segundo, dueño de Sitma– recibían un trato preferencial en el penal de San Miguel, sin embargo hubo un cambio de 180 grados y ahora parece que alguien desde el gobierno del estado quiere abusar contra estos personajes, pues han sufrido diversos abusos que parecerían tendientes a que no se puedan reslover los juicios que llevan más de cuatro años por la supuesta defraudación de usuarios de un par de compañías financieras.

Edmundo Tiro Moranchel enfrenta 28 procesos penales y durante su estancia en el penal de Puebla pudo instalar un par de negocios, que eran una tlapalería y una dulcería, que requirieron de una fuerte inversión y las autoridades le ofrecieron que ambos comercios quedarían legalizados a su nombre.

El 15 de diciembre de 2013, por la tarde, con engaños lo llamaron supuestamente para que acudiera a recibir una notificación, y sin que le dieran una explicación lo trasladaron a la prisión de Tepexi de Rodríguez. Hasta el día siguiente se enteró de esa situación su esposa Loreleii Arellano Leyva, quien pudo ver a su marido hasta el día 18 de ese mismo mes.

La mujer pudo entrar a ver a su cónyuge, quien estaba acompañado por dos custodios que lo intimidaban y escuchaban todo lo que decía. Se lo encontró con el ojo derecho con un fuerte moretón y en la ceja una sutura de cuatro puntos. Además lo raparon, tenía varios golpes en la cabeza, en medio de las cejas y en otras partes del cuerpo, situación que le provocaba mareos y desubicación. Supieron que a Tiro Moranchel lo habían llevado a la zona conocida como Centro de Observación, en la cual lo tenían incomunicado.

Arellano Leyva viajó a Puebla a denunciar lo ocurrido y a eso de las 17:32 horas recibió una llamada desde el penal de Tepexi de Rodríguez en donde le pusieron al habla al marido para advertirle que si acudía a la CDH y a denunciar penalmente la tortura no iban a dejar de golpear a Tiro Moranchel. El afectado estaba angustiado y a punto de llorar.

Según consta en las acusaciones legales que se han hecho por este caso, la mujer recibió una segunda llamada, a esos de las 17:57 horas, del teléfono 2226930270, de parte de un abogado de apellido Otero, que dijo ser ex funcionario del penal de la ciudad de Puebla y aseveró que Tiro Moranchel le había pedido intervenir para que cejaran los malos tratos.

En una tercera llamada –a las 18 horas con ocho minutos– el mismo hombre le pidió a la esposa 30 mil pesos, sin decir si era el único o el inicio de una serie de pagos para que dejaran de golpear al empresario y lo sacaran de la incomunicación. El ofrecimiento incluía el condicionamiento de que no denunciaran el mal estado de salud del interno.

La esposa y la abogada de Tiro Moranchel se encontraron con un muro de contención en donde nadie las atendía. El agente del Ministerio Público de Tepexi de Rodríguez estaba ausente y mandó a avisar que sólo acudía a investigar homicidios o violaciones sexuales. El director del penal de Tepexi, Rafael Carvajal Paz, nunca les pudo entregar las órdenes de traslado del dueño de Invergroup.

Mientras que la directora del Centro de Readaptación Social del gobierno del estado, Lilia Verónica Cruz León, les confesó que el traslado era una decisión de orden “político” y no de carácter técnico. Les ofreció que podían recuperar las mercancias que Edmundo Tiro Moranchel tenía en la prisión de Puebla, pero eso no fue cierto, ya que la tlapalería y la dulcería fueron saqueadas.

Y en la CDH, luego de que Loreleii Arellano Leyva presentó una queja y pidió la intervención de un visitador que acudiera al penal a frenar los abusos, la respuesta que le dieron es que el personal estaba de vacaciones y nadie podía ir. Así ocurrió, nadie de la comisión intervino.

La única instancia legal que cumplió con su deber fue el juez federal Enrique Cabañas Rodríguez, quien emitió el 18 de diciembre un amparo para que cesaran “los golpes” y la incomunicación de Tiro Moranchel. Esa decisión en mucho se sustentó en un informe de un médico legislta que dio fe que el afectado, de 38 años de edad, tenía lesiones en cabeza, rodillas y brazos.

A partir de la intervención del juzgado de distrito cesaron los golpes y la segregación de Edmundo Tiro Moranchel, pero ahora está ubicado en un penal donde se dificulta que se puedan seguir resolviendo los 28 juicios que enfrenta.

¿A quién le conviene que se compliquen los procesos penales que enfrenta este empresario?

Aún no se sabe, pero hay un tufo de corrupción y abusos de varios servidores públicos del estado.